En este capítulo, la protagonista comienza a enfrentar serios conflictos con Victor debido a sus diferencias en valores y prácticas espirituales. Después de una tensa discusión sobre las enseñanzas religiosas y los efectos del humo del cigarrillo en su salud, la protagonista y Victor intentan reconciliarse con una salida romántica. Sin embargo, la situación escala emocionalmente cuando se encuentran en un lugar aislado, llevando a la protagonista a un punto de deseo físico que va en contra de sus principios religiosos.
El clímax se alcanza cuando la protagonista siente la necesidad de experimentar más de lo que había sentido con Victor, llevándola a mentir a sus padres para poder asistir a un evento familiar en una finca. La mentira y la consecuente complicidad de su amiga Paula marcan un punto de inflexión, generando consecuencias negativas en su vida. Este capítulo explora la lucha interna de la protagonista entre sus deseos carnales y su fe, destacando las repercusiones de ceder a las tentaciones y el alejamiento de sus valores espirituales.