En el capítulo 15 de «Amada,» titulado «Positivo,» la protagonista enfrenta una realidad inesperada y aterradora que la lleva a confrontar sus decisiones y sus temores más profundos.
En la casa de Tamar, mientras trabajan en un proyecto grupal, la madre de Tamar ofrece pasteles con leche. Poco después de comer, la protagonista comienza a sentir náuseas y un fuerte dolor de estómago. Se apresura al baño, tratando de contener las ganas de vomitar, pero es en vano. Vomita dos veces y se siente agotada. Sus amigos, preocupados, le preguntan si deben llevarla al hospital. En medio de la confusión, la madre de Tamar, la señora Claudia, le pregunta directamente si cree estar embarazada. Avergonzada, la protagonista admite que tiene esa sospecha.
Sentada en la mesa con una taza de agua aromática, la protagonista escucha a sus amigos susurrar sobre ella. Paula sale un momento y regresa con una prueba de embarazo. Aunque se siente expuesta y avergonzada, la protagonista acepta hacer la prueba allí, ya que teme hacerlo en casa. La señora Claudia le explica cómo usar la prueba, pero también insiste en que debe informar a sus padres y a los de su novio si el resultado es positivo.
Con nerviosismo, la protagonista se encierra en el baño y realiza la prueba. Los minutos que sigue son eternos y llenos de ansiedad. Finalmente, el resultado muestra dos líneas: positivo. Estalla en llanto, una mezcla de dolor y confusa alegría la embarga. Desde fuera del baño, Paula comenta sobre su situación, añadiendo un toque de desdicha a la ya tensa atmósfera.